En nuestra publicación anterior expusimos como el tener al cliente como centro es la clave para beneficiar a tu marca o empresa (si aún no leíste este artículo, te sugerimos que lo leas -> acá <-)… Si optamos por dar continuidad a esta idea el próximo paso sería hacer un ejercicio en el que imaginemos: ¿cómo conecta con nosotros nuestro cliente? Y ¿qué encontrará en cada punto de contacto?
De la misma forma en que no se deja un local físico al descuido (y, por ejemplo, se arregla de inmediato el mobiliario que está evidentemente roto), se recomienda mantener la página web de la marca activa y no dejarla en el olvido. De hecho, Si hacemos una analogía simple, podemos darnos cuenta de que ella es nuestra fachada digital y, además de tener presencia en los distintos contextos en los que se desenvuelve nuestra audiencia, debemos tener listo un portal que de forma rápida le deje muy claro a quien le visita quien eres, qué haces y por qué le conviene contratarte.
Imagina que tu cliente ideal entra hoy a tu página web.
Puede que este sea el primer contacto con tu marca o, quizá, este es ese que impulsará la conversión / decisión de compra. ¿Qué impresión se llevará de ti?
Con esto en mente se sugiere:
· Disponer de datos informativos sobre la empresa: acá caben los datos de contacto, la ubicación, la trayectoria, los principios por los que se rige y la historia.
· Colocar información sobre el quehacer: los servicios/productos que se ofrecen deben estar claramente descritos de forma que no sea necesario contactarte para entender qué haces.
· Mantener la web actualizada: en un local físico, ¿qué impresión te da el llegar, mediados de marzo, y ver una empresa que aún tiene un arbolito de navidad?…Hay que cuidar lo que proyectamos y estar acordes (y no desfasados) con la temporada.
· Encargarse de tener presencia allí donde tu target te puede buscar: muchas veces, antes de llegar a un perfil en las redes sociales, se hace una búsqueda en Google. De ahí el que se recomiende tener contenido actualizado y con palabras claves sobre las áreas de experiencia de la empresa así como un buen SEO en la arquitectura web. Para aquellos que tienen una tienda física, es importante tener todos los datos actualizados y fotos atractivas en Google Maps.
· Ser consistente entre tu web y los perfiles en las redes sociales: independientemente de la plataforma, tu audiencia debería ser capaz de reconocer "tu voz", identificar tus mensajes y entender qué puedes hacer por ella.
Si el cliente es el centro, démosle nuestra mejor cara, ¡también en la virtualidad! Cuida tu fachada digital, mantenla al día, revisa que tu mensaje sea claro y consistente en las distintas plataformas. Busca la forma de que te puedan encontrar y deja todo listo para que cada interacción con el cliente, refuerce tu posicionamiento y te ayude a conseguir tus objetivos. Al final la meta es simple: sácale provecho a tu fachada virtual, haz que tu presencia digital de la cara por ti y haga que tu target quiera seguir viendo más en vez de irse a ver a la competencia.