Con el paso del tiempo distintas herramientas y estrategias han sido creadas en torno a la necesidad de atraer, mantener y aumentar el número de usuarios, clientes, consumidores y ventas. Muchas han evolucionado según lo hacía la tecnología disponible, otras han desaparecido precisamente por haberse quedado obsoletas.
La historia fue, más o menos, así:
Cuando se creía que lo más importante en torno a la comunicación lo teníamos medianamente sabido 💥¡boom!💥llegaron las computadoras a las oficinas, y luego a las casas, se conectaban entre sí y la velocidad era cada vez más rápida, fueron necesarios los motores de búsqueda o buscadores, la tecnología llegó a tus manos, se coló en tu cotidianidad, y florecieron las redes sociales. Aparecieron los algoritmos que te muestran, o no, vinculado a ciertas palabras clave y sin darnos cuenta entramos en la era de la información. El internet no sólo captó nuestra atención, sino que fue abriendo su espacio en nuestras vidas y desplazando a cualquier contrincante y, en el proceso, cambiando la forma en que interactuábamos, no sólo a nivel comercial, sino también interpersonal. Así aparecieron ante nuestros ojos audiencias nunca antes soñadas: mucho más grandes y extremadamente bien segmentadas.
A estas alturas del juego, ya casi todos asumen como verdad absoluta que si tienes una empresa o marca y quieres trascender el perímetro de lo geográficamente cercano, es obligatorio que estés en internet, en una que otra red social y hasta debes tener un blog. Pero… aún si tuvieras los tres ¿bastaría con eso?
Hagamos una pausa para dejar claro un punto: para tener éxito en los negocios, además de ofrecer algo que aporte valor o sea de interés para tu público objetivo, necesitas publicidad. Punto.
Ojo, que cuando decimos publicidad nos referimos al sentido más amplio de la palabra y no a la asignación de presupuestos estrambóticos, casi estratosféricos, de colocación de, cuestionables y costosas, pautas en los medios de comunicación tradicionales.
Según la RAE publicidad https://dle.rae.es/?id=UYYKIUK es o bien la “divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc”, o el conjunto de medios que se emplean para estos fines. Y ahí llegamos a la esencia: divulgar. Divulgar es, simple y sencillamente poner algo al alcance del público. ¿Su importancia en los negocios? Obvia: ¡si tu audiencia no sabe qué ofreces, no podrá adquirirlo!
Hay infinitas formas de divulgar tus servicios o beneficios, desde el boca a boca al volanteo, la publicación de medios y, más recientemente, el uso de las redes sociales. Poco a poco y con el paso del tiempo, como en las buenas historias, nos percatamos de la presencia de un ente que salió casi de la nada y fue captando más y más atención. Hemos sido testigos de cómo asumía su rol y ganaba protagonismo y cómo crecía en popularidad y fuerza. Nos referimos, evidentemente, al contenido.
El contenido de calidad es como un buen anzuelo: si es atractivo, tu audiencia lo morderá, pero si es ordinario o a leguas se nota que es falso, lo pasará por alto de forma magistral. ¿A qué se debe esto? A que la creación de contenido, así de inofensiva como se ve, puede cumplir múltiples funciones:
- Coloca al alcance de tu público objetivo información en torno a tu marca.
- Presenta información que le aporta valor, le resulta curioso o atrae a tu público objetivo.
- Da credibilidad a tu marca/empresa y facilita el que sea considerada como una “experta” en su área.
- Ayuda con el posicionamiento en buscadores (SEO), contribuyendo a que puedas aparecer en las primeras en la búsqueda de las palabras clave que definen tu quehacer.
Lo mejor es que gracias a esto ya no es imprescindible invertir en costosas campañas de marketing para que un gran público te considere una marca importante. Ahora basta con que, al hacerse una búsqueda en Google, o cualquier otro, te encuentren.
Mejor contenido = más ventas
Utilizado como herramienta de marketing, el contenido se convierte en una de las mejores formas de usar internet para atraer potenciales clientes.
¿El secreto? Ofrecer contenido de calidad que realmente atraiga e interese a la audiencia a la que deseas llegar. Tener un blog corporativo, cuando se lleva de la manera adecuada, se puede volver una fábrica de contenidos que te ayude a generar más conversación con tu audiencia meta.
Un buen contenido ayuda a un mejor posicionamiento y esto conlleva mayor visibilidad de tu marca en internet, el aumento del tráfico de tu web, mejora la interacción entre la marca y el usuario y facilita la conversión de tus visitas en ventas. Es por ello que decimos que “mejor contenido = más ventas”.
Crear contenido de calidad para el blog y hacerlo de manera frecuente ayudará a posicionar a tu empresa como un referente en su nicho de mercado, captando nuevos clientes y mejorando la imagen y reconocimiento de tu marca.
Y ya para cerrar te preguntamos: ¿qué estás haciendo tú para conectar con tu audiencia? ¿qué puntuación sacas en la “Prueba de fuego de la comunicación”? y ¿qué tan buenos son tus contenidos?
P.D.
Recuerda que en Umami.do tenemos servicios diseñados para mejorar la comunicación y la presencia de tu marca y que creamos contenido de calidad en un proceso de sólo tres pasos. Nuestra propuesta es simple: ¡Tú enfócate en los negocios, nosotros nos encargamos de la comunicación! Ah, y como queremos que sepas qué tanto podemos hacer por ti, te regalamos el diagnóstico inicial y el primer servicio que contrates con nosotros gratis. ¿Lo aprovechas?